miércoles, 2 de mayo de 2012

Beber ilusiones, vomitar realidades

Creo que nunca podré olvidarlo, será muy difícil. El otro día volví a saber de él. Cambió de lugar de trabajo. Fue un año encantador a su lado, fue un año de ensueño que jamás olvidaré en el cuál aprendí a amar, en el cuál probé en mis carnes el significado de la palabra estar "enamorada". Esa sensación de nerviosismo cuando sabes que lo verás enseguida, esa ilusión de estar junto a él. El hecho de no hacer falta expresarnos, de poder prescindir de las palabras y sin ellas poder decirlo todo, mediante el silencio y nuestras miradas.Cuando nuestras miradas se cruzaron por vez primera, tan solo se me vino un concepto que siempre inexistente a la cabeza: "Amor a primera vista" . Él no era un superchico al cual nada más ver vayas a partir el cuello a mirar, pero tenía algo. Tenía Magia. Quizá lo que llaman Feeling, o química. Tan sólo sé que esa sensación jamás la sentí con mis novios anteriores, relaciones de bastante tiempo. Y hoy se que no volveré a sentirlo con nadie más. Él era especial.

Un día se presentó una chica en mi trabajo, preguntando por su marido, y yo estaba trabajando con dos chicos. Pensé que era el otro, pero no, se refería a "mi novio". Ella bajó del coche y estaba... embarazada. A punto de dar a luz, para ser más exactos. Cuando ella mencionó su nombre, el mundo se me vino encima y el recuerdo de esa palabra...Mi  Pequeñaja. Su pequeña.

Beber ilusiones, vomitar realidades. 

Me enfadé tanto que no le hablaba, ni le miraba, ya no le sentía, creo que era bastante considerable que no lo hiciese después de estar casi un año engañada. Al paso de los días, él intentaba de todo para que volviese con él, y ante mi negativa no se le ocurrió nada mejor que plantarme en la cara una carta de divorcio con fecha y firmada por dos abogados de mutuo acuerdo con su mujer. Yo no iba a aceptar que se separase, y mucho menos que el motivo fuese yo. ¿Y la nena que esperaba? Por mi culpa no iba a crecer sin padre.

Pasaron los meses, y él se mudó a una casa aparte. Me contaba ya como "amigos" que se llevaba muy mal con ella, incluso llegó a mostrarme agresiones de ella hacia él. Claro que siempre tengo y tendré en cuenta que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos y que ni aun sabiendo las dos versiones se puede juzgar a nadie.Viendo ésto, me posicioné un poco de su lado y la verdad que fui tonta, y sus relatos de cómo iba sucediendo todo me ganaron, volvió a crear una pequeña ilusión en mí. 

Cuando apenas quedaban quince días para que el divorcio fuese efectivo, me pidió que fuese a vivir con él a su casa. Yo acepté y volví a ilusionarme. Craso error. 

La empresa le dio vacaciones, testigos fieles del mal momento que atravesaba su matrimonio y tras él haber hablado con los gerentes y haberles comunicado su noticia de divorcio. Los jefes siempre sospecharon que entre él y yo algo pasaba. Los jefes y todo el mundo que nos rodeaba, porque entre nosotros había magia. Y se notaba. Se nos veía felices. Ellos hablaron conmigo y me dijeron que me alejase de él. De lo contrario, mi contrato terminaba en un  mes. Yo negué tener nada con él ¿Qué iba a hacer si no?

Cuando él se fue de vacaciones, no volví a tener ni una sola noticia suya. Lo llamé le mandé mensajes, lo volvía a llamar. No obtuve ni una sola respuesta. A nada. Más tarde, cuando volvió de sus vacaciones, todos los compañeros me contaron que había ido por allí con su mujer y su hija, que estaba super bien con ella y que se habían dado una oportunidad. Su mujer, que nunca lo quiso, que jamás se dignó a aparecer por su trabajo a verlo, apareciendo por allí. Cuánta hipocresía. 

A día de hoy, el compañero que os comentaba que me habló de él, me dijo que estaba muy mal, que seguía con su mujer tan sólo por estar junto a la niña. Valiente Hombre. 

Desde aquí tan sólo puedo decirte que no te odio. Te he perdonado, porque sé que si supieses cómo lo he pasado yo, jamás habrías empezado algo que luego ibas a terminar de un plumazo y sin ningún tipo de explicación, la cuál yo merecía. Te deseo lo mejor de lo mejor, que llegues a sentir por tu mujer tan sólo la mitad de lo que yo llegué a sentir por tí, y que seas feliz junto a tu nena, te lo mereces, porque pese a todo se que lo que pasó, pasó sólo por ella, si ella no hubiese existido, quizá...

Todo quedará en un quizá. Para siempre.
Y hasta Siempre.


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